En Kazajistán existe un lago en el que sobresalen los troncos de un bosque sumergido. El lago Kaindy nació tras un terremoto en 1911, inundando un valle y preservando sus árboles bajo aguas turquesa. Sus troncos emergen como fantasmas del pasado, creando un espectáculo único para los buceadores y amantes de la naturaleza. Además de su belleza, el sitio es hábitat de peces y aves que han convertido el lago en su refugio.
¿Te animarías a nadar entre árboles sumergidos?
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